VIAJEROS DE LA MENTE

el viaje

El viaje que el estudiante de Un curso de Milagros va a enfrentar para alcanzar la paz interior se describe en algunas célebres frases del Texto.
Aquí hay un ejemplo:

El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. (Ucdm. T-8.VI.9:6-7).

En su libro Un Corso In Miracoli parla di sé la autora dedica los capítulos finales a la naturaleza de este viaje, enumerando y comentando las principales citas del Curso a este respecto. Aquí hay un extracto:

Es un viaje sin distancia porque ocurre dentro de la mente y no en la dimensión espacio-temporal. Y se dirige a una meta inmutable e inmutada  - el conocimiento de Dios - que nada tiene que ver con los deseos cambiantes e inestables del ego. Cada uno de nosotros lo experimenta como si fuera una historia de vida y como si se devanara en una larga sucesión de  relaciones cuya lógica y ordenamiento a menudo se nos escapa. Es un viaje que nos parece distinto a cada uno de nosotros. (UN CORSO IN MIRACOLI parla di sé, pág. 175)
El viaje comienza con un punto de inflexión radical gracias al cual el viajero, cansado del camino recorrido hasta ese momento, elige cambiar de rumbo. Utilizando las palabras del Curso, decide que debe haber otra manera. Cuando este simple reconocimiento se arraiga más, el estudiante empieza a caminar en la dirección correcta. No debería hacer más que seguir determinado en esa dirección, pero lamentablemente en este punto surgirá en él el miedo a perder sus anteriores puntos de referencia y su ego se empleará a fondo para hacerle perder el camino. El viaje entonces se convierte en un constante proceso de observación de las interferencias que el ego seguirá poniendo ante sus ojos, en un intento de hacerlo desistir.
Por lo tanto, el viajero alternará momentos difíciles, en los que le parecerá tener que pasar a través de resistencias y pruebas a veces muy duras, con momentos de gran dicha y paz interior, en los que sentirá a su lado una guía segura, que el Curso define Espíritu Santo. Esta Presencia reconfortante siempre estará a su disposición, pero el viajero tendrá que aprender a elegirLa con constancia, desarrollando a lo largo del camino una creciente determinación y una confianza cada vez mayor en la ruta que está recorriendo.