VIAJEROS DE LA MENTE

El territorio

Un Curso de Milagros delinea claramente el territorio en que evoluciona el viaje desde sus etapas iniciales hasta el final. Está representado por dos estados mentales que el viajero aprende a identificar en sí mismo al principio del camino, en esa etapa que el curso define “período de selección”. Paso a paso, gracias a las lecciones proporcionadas por el Libro de Ejercicios, el viajero es guiado a experimentarlos de forma práctica y a aprender un método - denominado perdón - que le permite acceder de uno a otro. Son dos estados de experiencia y conciencia claramente distintos e incompatibles.

El primer estado es llamado "mente errónea ", y se caracteriza por una sensación profunda y dolorosa de malestar, que a veces puede ser negada y enmascarada de tal forma que parece agradable. Forman parte de ello las emociones y pensamientos que el Curso describe ampliamente, como el miedo, la culpa, la ira, la angustia y también cierto sentido de superioridad, el triunfo, la satisfacción y la arrogancia que el Curso define especialismo. El Curso nos dice que este estado - a pesar de toda su aparente realidad - no lleva a ninguna parte.

El otro estado, diametralmente opuesto e incompatible con el primero, en cambio es denominado "mente correcta" y se caracteriza por un profundo sentido de paz, de dicha, de libertad, de fuerza interior y comunión con los demás. Es el estado que lleva al viajero hacia el Cielo.

Sólo hay dos direcciones que puedes seguir, mientras perdure el tiempo y elegir tenga sentido.
Pues jamás se podrá construir otro camino, salvo el que conduce al Cielo.
Tú sólo eliges entre ir al Cielo o no ir a ninguna parte. No hay más alternativas que éstas. (Ucdm. T-26.V.1:9-12)

La identificación de estos dos estados no es tan fácil y obvia. Supone la capacidad de convertirse en observadores de nuestros propios pensamientos. Esta es la condición indispensable para el acceso a esa experiencia interior y a la identidad que el Curso denomina mente. Una vez aprendido el método de la observación de sus pensamientos, el viajero entra en el territorio, y su viaje finalmente comienza.
En los capítulos 3-6 del libro Un Corso in Miracoli parla di sé se describe en detalle el territorio del viaje y en el capítulo 7 se explica el entrenamiento de la mente que el viajero debe realizar para poder pasar de la dirección equivocada a la correcta.